Las autoridades israelíes han suspendido la orden de demolición emitida contra la vivienda de una familia beduina donde vive una niña de siete años, Amina Hasuna, que resultó herida en el ataque iraní con proyectiles de la noche del 13 al 14 de abril.

Hasuna continúa hospitalizada y en estado grave por el impacto de metralla de un misil balístico iraní que cayó sobre la localidad beduina de Al Fura, en el sur del desierto del Neguev, según informa la televisión israelí Canal 12.

La orden ha sido suspendida menos de una hora después de que el propio Canal 12 informara de la emisión de dicha orden, lo que provocó críticas en redes sociales.

Al Fura carece de refugio antiaéreo, como otras localidades beduinas informales de la zona. Este hecho hace que sean habituales las órdenes de demolición por falta de permisos a pesar de que estas personas llevan generaciones instaladas allí. La legalización de estas poblaciones es habitualmente casi imposible y las organizaciones palestino-israelíes denuncian que se trata de casos de discriminación y negligencia.

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