La Fiscalía de Brasil ha presentado una denuncia formal contra los tres supuestos autores intelectuales del asesinato de la concejal Marielle Franco, en prisión preventiva desde finales de marzo, mientras que este jueves se ha detenido a un nuevo presunto implicado por un caso que se remonta a 2018.

Un mes y medio después de su detención, la Fiscalía concluye que el consejero del Tribunal de Cuentas de Río de Janeiro, Domingos Brazao, su hermano, el diputado por Unión Brasil Joao Francisco Chiquinho Brazao, y el exjefe de la Policía Civil de Río de Janeiro, Rivaldo Barbosa, deben ser procesados y condenados.

La denuncia de la Fiscalía, fechada el martes 7 de mayo, según han informado este jueves medios brasileños, respalda la investigación de la Policía que apunta a los hermanos Brazao como líderes de una organización criminal para asesinar a Franco y su conductor, Anderson Gomes.

La investigación está sustentada en las declaraciones del autor material de los disparos, el expolicía militar Ronnie Lessa, a quien los hermanos Brazao contrataron para llevar a cabo un crimen motivado por el choque entre las denuncias de Franco y los intereses inmobiliarios de los grupos armados que operan en Río.

La explotación inmobiliaria es actualmente uno de las principales entradas de financiación del crimen organizado en Río de Janeiro. Entre 2021 y 2022, más de 1.300 edificaciones irregulares vinculadas a las milicias fueron derruidas, generándoles pérdidas por valor de 646 millones de reales (116 millones de euros).

En paralelo, este jueves se ha conocido la detención por orden de la Policía Federal de uno de los asesores de Domingos Brazao, Robson Calixto da Fonseca. A su vez, el expolicía militar Paulo Ronald Alves Pereira, antiguo jefe de una de las milicias que operan en la zona norte de Río de Janeiro, quien se encontraba ya en prisión, ha sido también señalado como otro de los implicados en esta trama.

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