Washington asegura que actuó conforme al Derecho Internacional en una "operación sobre la libertad de navegación"



La Marina del Ejército chino ha denunciado este viernes que un destructor de EEUU entró sin permiso en sus aguas territoriales y que tuvo que organizar una operación de aviso y seguimiento hasta que el barco norteamericano abandonó la zona.

En un comunicado publicado en su página web, el Mando Sur del Ejército chino denunció que el destructor estadounidense USS Halsey protagonizó este viernes una incursión en aguas de las islas Paracel (o Xisha, para China), cuya soberanía Pekín disputa con Taiwán y Vietnam.

"El destructor USS Halsey entró este 10 de mayo de manera ilegal en las aguas territoriales de las islas Xisha sin el permiso del Gobierno chino, lo que llevó al Mando Sur a organizar a sus fuerzas navales y aéreas en una misión de seguimiento, supervisión y aviso de retirada" al buque estadounidense "de acuerdo con la ley y la normativa en vigor", de acuerdo el portavoz militar del Mando Sur, coronel Tian Junli.

El portavoz ha denunciado que "este acto de Estados Unidos" ha "violado gravemente la seguridad y la soberanía de China" en "otra prueba irrefutable" de los esfuerzos de EEUU para imponer "la hegemonía de su navegación" y la "militarización del Mar de la China Meridional".

Asimismo, lo ocurrido demuestra que "Estados Unidos no es sino el principal factor de riesgo" en el mar de la China Meridional y "el mayor destructor de la paz y la estabilidad" en la región.

EEUU DEFIENDE UNA OPERACIÓN DE LIBERTAD DE NAVEGACIÓN

En respuesta, la Séptima Flota de la Marina de EEUU ha asegurado que el destructor efectuó una "operación de libertad de navegación", expresión que el Ejército norteamericano emplea habitualmente en esta clase de incidentes, contra "las restricciones al paso inocente impuestas por la República Popular de China, Taiwán y Vietnam" y contra "el reclamo de la República Popular de China sobre las líneas básicas que rodean a las Paracel".

EEUU asegura que esta operación se ha realizado conforme al derecho Internacional y que las reclamaciones chinas "plantean una grave amenaza a la libertad de los mares, incluidas las libertades de navegación y sobrevuelo, el libre comercio y el comercio sin obstáculos, y la libertad de oportunidades económicas para las naciones ribereñas del Mar de China Meridional".

La Séptima Flota ha asegurado que todas sus operaciones en la zona se han desarrollado "de manera segura y profesional" para demostrar que sus barcos "operarán dondequiera que lo permita el derecho internacional, independientemente de la procedencia de reclamaciones marítimas excesivas y sin importar las circunastancias actuales".

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