Una base militar situada a las afueras de la capital de Níger, Niamey, y que albergaba a fuerzas de Estados Unidos cuenta ahora también con presencia de tropas de Rusia, según ha reconocido el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, que ha negado que esto suponga un problema.

Esta convivencia evidencia la reconfiguración política de Níger desde el golpe de Estado de julio de 2023, que supuso la caída del entonces presidente, Mohamed Bazoum. La nueva junta busca acercarse a Moscú, hasta el punto de que ha solicitado la salida de los militares estadounidense, algo a lo que Washington ya ha accedido.

Sin embargo, y a la espera de que esta petición se concrete, la Base Área 101, junto al aeropuerto internacional de Niamey, alberga presencia tanto estadounidense como rusa. Austin, que ha comparecido ante los medios tras reunirse con sus homólogos de Australia, Filipinas y Japón, ha explicado que "los rusos están en un complejo separado, sin acceso a las fuerzas estadounidenses o a su equipo".

Así, no ve que pueda haber un "problema significativo" en cuanto a la protección de las tropas norteamericanas.

La junta militar de Níger confirmó en abril que ya hay conversaciones con Estados Unidos sobre la retirada de las tropas, con el objetivo de precisar un calendario cuanto antes. El primer ministro nigerino, Alí Lamine Zeine, viajó recientemente a Washington para tratar de avanzar en este diálogo.

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