El director del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, el doctor Jesús Merayo, asegura que la "prevención" es el mejor tratamiento ocular para "reducir la llegada de los agentes que causan la alergia", con motivo de la llegada de la primavera y la etapa de polinización.

La alergia al polen es "la representación de un mecanismo de defensa natural, que es la inmunidad", que afecta a muchas personas durante la primavera, época de máxima polinización de las plantas.

Como resultado, el experto asegura que el síntoma principal "es el picor" de ojos, pudiendo variar en intensidad, seguido de la necesidad de aliviarlo frotando o rascando la zona.

Ante este contexto, el doctor Merayo recuerda la importancia de, en caso de ser alérgico al polen, evitar las horas polínicas, comprendidas entre las 05.00 y 10.00 de la mañana y las 19.00 y 22.00 de la tarde; proteger la visión con gafas de sol al aire libre; o mantener una buena hidratación.

Asimismo, el experto recomienda eliminar las fuentes de alérgenos, tanto en casa como en el lugar de trabajo, evitando mohos y hongos, manteniendo especial precaución con los animales de compañía, así como con las alfombras o los peluches.

Según las previsiones de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), se estima que, debido a las altas temperaturas experimentadas al inicio del año y la abundante lluvia en febrero, los niveles de polen serán de moderados a leves.

Sin embargo, en algunos lugares como Madrid, Toledo, Badajoz, Cáceres, Sevilla y Jaén, los expertos advierten de que la primavera será intensa con más de 7.000 granos por metro cúbico. Esto puede causar síntomas alérgicos persistentes siendo los ojos una de las áreas más afectadas.

"MÚLTIPLES AGENTES"

"Lo que dispara o excita este mecanismo natural de defensa pueden ser múltiples agentes. Hay alérgenos que están vinculados por el aire, que suelen ser partículas que vienen de hierbas, de la floración, del polen...", asegura el experto.

No obstante, el doctor Merayo advierte del aumento actual de la "respuesta alérgica en pacientes, por ejemplo, que no tienen esos antecedentes familiares de alergia", o una historia "de enfermedades típicamente alérgicas". Esto está propiciado, según explica, por "situaciones de sequedad", "ambientes urbanos" donde hay "contaminantes" o "el humo del tabaco".

"Si no eres alérgico pero estás expuesto al humo del tabaco y te genera una sequedad ocular, vas a dar una reacción alérgica sin esa predisposición genética", advierte el oftalmólogo.

DOLOR OCULAR O FOTOFOBIA

En caso de aparecer otros síntomas "como pueda ser el dolor ocular" o "la fotofobia", entendida como la molestia o sensibilidad a la luz, "puede haber otras estructuras oculares afectadas, que no sólo son la conjuntiva, y si estructuras nobles, como la córnea", que pueden dar lugar a "repercusiones graves" en la visión.

Por ello, el experto detalla que "si sólo es picor y cede esa sensación con un tratamiento de 24-48 horas", la consulta puede hacerse a nivel de médico de familia.

No obstante, si el picor no cesa y, a su vez, se experimentan síntomas de dolor ocular, molestias con la luz o disminución de la visión, habría que "considerar la consulta oftalmológica".

Si los síntomas persisten o empeoran a pesar de tomar estas precauciones, es importante buscar atención médica para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Un oftalmólogo podrá recomendar el mejor enfoque para controlar los síntomas y minimizar el impacto de la alergia primaveral en los ojos.

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