Cientos de personas se han sumado al Ejército de Birmania en el marco de la que es ya la segunda ronda de reclutamiento forzoso puesta en marcha por la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de febrero de 2021 para engrosar sus filas en plena ofensiva rebelde.

Un alto cargo del equipo de reclutamiento de la región de Rangún ha indicado en declaraciones al portal de noticias Irrawaddy que ya se han sumado otros 300 nuevos reclutas que tendrán que someterse ahora a labores de entrenamiento. "Ya estamos reclutando en Rangún. Tenemos por ahora a 294 personas", ha aseverado.

La junta ha creado equipos de reclutamiento en las siete regiones birmanas después de que anunciara hace más de dos meses el inicio de la movilización forzosa, una medida que ha cobrado ahora más importancia dado que los militares se enfrentan a la alianza de grupos rebeldes que tratan de desplazar a los efectivos de la junta en varias zonas del país.

Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han alertado de que muchos civiles han sido secuestrados en sus propias viviendas en el marco de la primera ronda de reclutamiento.

Muchas familias han tratado de negociar con la junta para lograr que sus hijos e hijas no sean incluidas en la lista. No obstante, para evitar esta medida tienen que pagar altas sumas de dinero. La mayoría de estos reclutas tiene menos de 45 años de edad. En el caso de las mujeres, esta cifra llega a 35 como máximo.

Se estima que la junta podría incorporar entre 200 y 300 personas por región, lo que supondría unos 1.400 y 2.100 reclutas en todo el país para esta segunda ronda.

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