Las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23) han rechazado tajantemente que atacaran el viernes dos campos de desplazados en la capital de la provincia congoleña de Kivu Norte, Goma, que se saldaron al menos con una docena de muertos, y han señalado en su lugar al Ejército del país.

"Habría que destacar que, cada vez que las fuerzas del régimen de Kinshasa padecen una derrota contra nuestras fuerzas en el campo de batalla, acaban volviendo sus armas contra las poblaciones civiles", según un comunicado publicado por el portavoz del M23, Lawrence Kanyuka, "una horrenda práctica que se ha convertido en un hábito".

El M23 se desvincula así de una serie de bombardeos ocurridos el viernes contra dos campos de desplazados, Lac Vert y Mugunga, que han recibido en los últimos días a decenas de miles de personas más que escapaban del repunte de los combates entre Ejército y milicias. Fuentes locales informaron en su momento al portal congoleño 7sur7 que los disparos parecían haber procedido de posiciones de las milicias.

En la nota, el portavoz insta "al régimen de Kinshasa que desmilitarice toda la ciudad de Goma, como exige la población, que lleva varios meses traumatizada continuamente por las actividades criminales de la coalición de fuerzas negativas del régimen".

Del mismo modo, también acusa a las fuerzas congoleñas de colocar artillería pesada "en medio de poblaciones civiles y de campos de desplazados", en lo que constituye "un crimen de guerra por emplear a la población como escudos humanos".

Por último, la nota llama a la población de la ciudad a que "siga movilizada" para poner fin a las "actividades criminales del régimen decadente" del presidente del país, Felix Tshisekedi, quien "será arrestado pronto para ser juzgado por las atrocidades que ha cometido contra civiles inocentes.

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